martes, diciembre 12, 2006

Máscaras, disfraces y demás atuendos navideños


Ya son navidades. Perdón, Navidades. Las luces dibujan en el cielo hermosas palabras que desaparecen antes de ser pronunciadas. Bufandas, guantes y gorros recorren las calles impregnando cada recodo de tonos chillones, sobrios, llamativos, discretos, estrafalarios, azulados, con gottele y sin propina. Todo orquestado por una grandiosa música que inunda las esquinas de una ciudad engalanada para la ocasión. "Por lo menos en estas fiestas no hacen aparición esos gnomos gigantes, oscuros y con burka" exclama un niño extasiado en plena cabalgata.
Cuenta Lawrence Durrel en "Baltazhar" como durante de la noche de los carnavales, los habitantes de Alejandría se enfundan máscaras y trajes que borran por completo cada uno de los rasgos que componen su fisionomía corporal y facial. A lo largo de la velada, hacen el amor unos con otros sin importar el sexo o la edad, buscan las manos- única parte del cuerpo que permanece desnuda- de aquellos con los que desean ajustar cuentas, o se reencuentran cada año con aquella persona que sólo ven- o no ven, valga la paradoja- durante la noche de carnaval. No son tan distintas de nuestras Navidades. Los avariciosos se disfrazan de altruistas, los muertos resucitan con cada paquete que aparece junto al árbol la mañana del día cinco, y los ciudadanos se convierten en personas exultantes que se dicen a si mismas "el día 11 seré capaz de mantener la sonrisa". Pero aquel día llega, y el despertador no engaña: "Son las siete de la mañana del último día de tu vida"- o quizás del primero, últimamente ya apenas hay diferencia -. Las máscaras se aburren de esconder y las retinas se cansan de ver la realidad a través de otros ojos. Y pronto, los disfraces se convierten en pequeñas tiras de ropa que juegan a confundirse con la piel hasta convertirse en piel. Y entonces mueren irremediablemente. Mueren de monotonía.

viernes, diciembre 01, 2006

SÍNDROME DE ESTOCOLMO (El)



Es marido antes que hombre. Pasea por la calle con su esposa- sólo esposa- observando como los viandantes miran de refilón a aquella mujer que le acompaña y que tan sólo es capaz de inspirarle celos. Ultimamente se preocupa menos ya que ha ideado un plan para evitar esta incómoda situación que tanto viola la necesaria honorabilidad que cualquier pareja ha de ostentar. A partir de un 6 de junio, su mujer deja de llevar camisetas para vestir tan sólo polos y camisas de manga larga. Por supuesto, el marido, completamente satisfecho con la idea, concilia ahora el sueño con mayor facilidad durante las noches y en especial durante la sobremesa- antes incluso de rebañar el yogurt. Por la calle, el sol apunta de nuevo a sus ojos y no a su incipiente calvicie. La vida parece más fácil, menos roja. Es sorprendente cómo los problemas suelen solucionarse con insignificantes argucias, claro que algunos de ellos tienden a enquistarse. Una semana después, cree ver como cierto hombre escondido bajo un traje de ejecutivo observa a su esposa cruzar la acera. Nada es accidental, se dice mientras despacha al último cliente del banco aquella tarde de miércoles. Y el pasado acecha envuelto en camisa de cuello alto.
Un mes más tarde, su mujer sale a la calle enfundada en un jersey burdeos adquirido años antes en un mercado persa. No sienta tan mal, piensa una vez lo estrena, y mejor aun está acompañado de aquellos pañuelos que tan caros salieron en cierta tienda parisina y que ahora sirven a su esposa para secarse el sudor de la frente. Confiado de la superioridad que sin duda ostenta sobre el resto de los seres humanos, el marido procura ignorar las miradas furtivas que ahora juegan a posarse sobre aquel cuerpo vendado de pieles. Pronto descubre que nunca antes tantos hombres habían observado a su esposa. Un velo, una gorra... prueba todo sin lograr sacarla del centro de atención. Su hermosura es irremplazable, inalcanzable quizás.Y llegó el día en que tuvo que hacerlo... ya no sabía como frenarla.

(Imagen: Rene Magritte "los amantes")

PARAR EL CRONÓMETRO



A veces el tiempo obliga a tomar a pausas. A veces uno se niega a aceptar que el cronómetro se ha parado y que es momento de repostar. Suelo violar de manera impúdica aquellas etapas destinadas a la reflexión. Quizás por que es precisamente el propio acto de reflexionar quien me lo impide ya que con el tiempo, me he acostumbrado a hacerlo en la carretera. La velocidad es adictiva y la lentitud pegadiza, y a mí siempre me gusto dirigirme a ningún lugar en particular. Como en un personaje de Lawrence Durrel, niebla y destino caminan en mi cogidos de la mano cual amantes en dirección a los desiertos de Alejandría. Si prescindiera de uno de los dos, el futuro se volvería de repente tan diáfano como leve. Sin cortinas no soy nadie. Y si dejase de correr, moriría de cansancio.

(Imagen: Marc Chagall "El descanso del poeta")

jueves, octubre 12, 2006

CERZLO


Se descubre un día que Merz es el principal productor mundial de cinta celo. A propósito del interés que este dato suscita, se realiza una encuesta de la que resultan varios datos: 1 de cinco personas en Merz consume habitualmente este interesante y útil producto mientras que casi 2 de cada diez jamás ha oído hablar de él. Para sorpresa de todos, el alcalde patrocina una nueva marca de cinta celo llamada Cerzlo. Se financiará sustituyendo el 0´7% de los impuestos directos que van destinados a pagar a los psicólogos del servicio social público. "En Merz no hay locos" afirma orgulloso el alcalde. Los psicólogos se ven obligados a acudir al psicoanalista ya que se sienten poco integrados en la sociedad. Los psicoanalistas de todo el país acuden a Merz ante la avalancha de pacientes. El resto del país se vuelve loco.
Mientras, Cerzlo, supone toda una fuente de ingresos para las arcas de Merz. Las ventas se incrementan tanto a escala local como nacional. Según otro sondeo realizado por fuentes imparciales de la agencia Cerzlo, se trata del objeto más útil de la casa después del televisor y justo antes del aparato secador de pelo. "Gracias a Cerzlo, puedo envolver mis regalos sin necesidad de usar pegamento. Se trata sin duda del mejor embajador de nuestra ciudad" afirma Ana, nacida, crecida y fallecida en Merz. Luego vinieron las reivindicaciones nacionalistas, claro que eso, es otra historia.

domingo, septiembre 24, 2006

UN CRISTAL EN LA PARED


Todos decían que era un líder, y él lo creía al observar su rostro dibujado en el espejo. Había aprendido a mirar su reflejo tal y cómo los demás le habían enseñado a hacerlo. Una magífica nariz subrayada por suculenos labios y engalanada por dos ojos de color zafiro. Mechones de su pelo moreno ocultan una pequeña parte de su frente inmaculada. Genial rostro que una tarde, los espejos dejaron de reflejar. Ahora, para contemplar su belleza innata, blanco de envidia o admiración- dos maneras de describir un único ente emocional-, debe hacerlo, a duras penas, en baldosas, cristales, sobre el agua...Una indescriptible angustia se adueña de él. ¿Cómo sería ahora líder sin poder conocer ni dominar su propio rostro?. Las arrugas se extenderían pudiendo ser atisbadas tan sólo a través de las llemas de sus dedos, la barba jugaría ahora al escondite sobre su cara. Las mujeres se le acercan aun, cierto, quizás más incluso que antes; en bares, cafeterías, museos. Pero no es capaz de escuchar las dubitativas palabras que revolotean por aquellos labios de fresa, ahora sólo busca su rostro en los ojos de cada nueva conquista. Necesita (¡Necesita!) verificar que todo sigue en orden en la geografía de su cara... pero es algo que ya apenas puede hacer y frente a lo que ningún tipo de agasajo es capaz de ejercer función sustitutiva. Desorientado, necesita fijarse en los que le rodean para buscar en ellos su rostro.

(Imagen: Eugene Atget "Menswear shop")

miércoles, agosto 30, 2006

MIRADAS FURTIVAS


Ocurre que cuando dos miradas furtivas no logran encontrarse, el tiempo se rompe a la espera de una conexión, al igual que las nubes, que ahogan sus formas al soñar cómo se funden con el vapor que emana de los trenes. Todo calla excepto las retinas, que evocando la voz del silencio pelean contra el cronómetro, implacable abstracción que se encarga de separar lo que el azhar trata de unir. Son fuerzas opuestas que se arremolinan, se entrecruzan, rompen la linealidad que desdibuja el destino sobre la palma de la mano. Una brisa de aire despoja a la casualidad de su su poderosa fuerza de atracción. Ahora no son más que miradas impares, arrastaradas por la corriente del tiempo.

(Imagen: Anna Karina en "Pierrot le fou" de Jean Luc Godard)

domingo, agosto 20, 2006

VIDA Y MUERTE (pequeña reflexión no literaria)


Vivir. Palabra que no va unida a ningún objeto en particular, luego suelen asociarsele ideas vagas carentes igualmente de concrección física. Vida es una palabra neutral en alemán; no existe género capaz de abarcar un sonido tan vacio de significado. Término que ha sido vedado dentro de campos dispares. Intrinsecamente unido a la muerte, como si en lugar de ser dos ideas complementarias, se tratase de contrincantes cegados por un ansia de durabilidad.
Fue tras verse amenazado por el cancer cuando Samuel Beckett describió la muerte a través de aquel elogio a la vida que es la trilogía de lo innombrable.Nadie mejor que Celine supo retratar cuerpos en vida surcados por la putrefacción del alma. Joyce habló de Los Muertos para referirse a la insoportable hipocresía de la clase burguesa posterior a las Guerras Mundiales. La vida no se opone a la muerte, son sólo "procesos vitales que a menudo- según Hermann Hesse- se suelen confundir". No obstante, la palabra muerte también es neutral en el alemán. Lo contrario a vivir, no es morir, es ser indiferente.

(Imagen: "La incertidumbre del poeta" de Giorgio De Chirico)

miércoles, agosto 02, 2006

RECUERDO...(UNDÉCIMA PARTE)


El rastro de la sangre se desvanece al son de la espera. Ahora es una cicatriz sin puntos ni comas. Ni la voz surgida del recuerdo es capaz de abir de nuevo la herida.Porque sus tonos no son dulces como antes, se han convertido en gemidos entrecortados rellenos de mediocridad. Una vez se enmohece la memoria es sencillo jugar a moldearla. El acto de recordar sólo es deseable cuando la masa puede cambiar de forma. Por eso sin equivocarme, afirmo que algo marchita cada vez que abre la boca. El viento caduca y el agua se oxida. El aire penetra en cada palabra condenado al exilio su significado; todo un globo de vacío semántico. Con un poco de colonía puede encandilar a cualquier mequetrefe.
El tiempo persigue a las ideas y las ideas persiguen a las imágenes. De repente todo explota; las imágenes se convierten en ideas y las ideas en tiempo. La sangre pasa a engrosar un afluente verdusco de recuerdos ocres y desmaquillados. Aguas sagradas bajo las que algún día bucearé hasta diñarla. Cuando la memoria se convierta en muerte puede que vuelva a pedir cuentas. Hasta entonces, seré capaz de besar los labios del recuerdo sin envenenarme. Luego ya se vera, ya se vera...

(Imagen: Paul Klee "Villa R")

lunes, julio 31, 2006

DIAS DE ESPECTACULO


La plaza se llena de gente los días de espectáculo. Días soleados, nublados, caprichosos o amenazantes. El público juega a formar un rebaño sin pastor, una colmena sin Reina, un pelotón de fusilamiento sin lágrimas. Sólo caben sonrisas en la plaza durante aquellos días abiertos, oscurecidos, susurrantes o melancólicos; durante los días de espectáculo. El jolgorio entona un canto descompasado de acordes dadaistas. El agua bajo la cual se ahogan las aceras penetra sinuosamente en las botas de aquellos niños que corren por las calles huyendo de sus sombras. Y después, consiguen llegar al pseudopatíbulo. Allí nada cambia en los días de espectáculo. Ya sean días despejados, encapotados, silenciosos o pulsilánimes, todo es inamobible sobre la antigua plataforma de madera. Los mismos culpables con los mismos gestos cariacontecidos y con los mismos gritos de arrepentimiento. Pero en los días de espectáculo, no hay clemencia alguna para aquellas vidas condenadas a vivir.El público desdibuja en el aire signos de exclamación, fruto de la incertidumbre y del odio que, el viento juguetón, arroja sobre los condenados con una fuerza desproporcionada. En sus retinas, la llama de la vida se apaga al son de la inmortalidad. La guerra abandonó ya sus corazones. En los días de espectáculo, sus ojos se reencuentran con los muertos.

(Imagen:"La guerra" de Marc Chagall)

viernes, julio 21, 2006

HIELO


Hoy me da igual todo aquello que alguien llama transgresión. Formo parte de una sociedad trasgedidamente intransgresora. Olfateo letras que golpean mis tímpanos hasta reventarlos. Palabras manchadas de ideologías de plástico azul, manchadas de movistar, amena y repsol.

Pepsi patrocina un Nuevo Mundo. En él, sus habitantes eyacularán directamente sobre el henchido estómago de la civilización. Quedarán embarazados de sus propios fetos espermatorreados de ceros a la derecha. ¿Crees que me conformaré sólo con una poesía?. Cajas expendedoras de billetes con dirección a ningun lugar, ¿pero que importa? Tenemos el billete. Y mientras, fuera hace frio. El hielo se extiende sobre la tierra como un cáncer maligno- lo siento, demasiado Henry Miller daña al cerebro-. Pero no tenemos estufas, sólo aire acondicionado de autobús, sólo siento calor estando próximo al frio. Sólo sé que no consigo olvidarte.

Amasijos de algodón enmohecido ejercen una irresistible fuerza opresora. El mundo se convierte en una gran pistola que sólo puede leer códigos de barras pertenecientes a productos descatalogados. Mi están se esconde dos pisos bajo tierra. Rodeado de gusanos pero resguradado del frio. Creyendo contemplar una panorámica que no es más que tierra mojada aplastada por el tiempo.

(Imagen:Georgia O´keefe "Luna")

miércoles, julio 19, 2006

RECUERDO...


Recuerdo una estación de tren en un día lluvioso. Estoy en Greenwich y llevo un polo azul que me prestó mi tío y que acabo de manchar con oraldine- o líquido enjuagante como algunos dirían-. Tenía 14 años y ni siquiera sabía quien coño era James Joyce.
También recuerdo un autobús rojo que atraviesa Plaza Castilla conmigo dentro. Resaca y decepción- dos palabras que llevo toda la vida tratando de descasar-, acentúan el demoledor efecto del aire acondicionado que tanto caracteriza a la EMT- desde antes incluso de la invención del calor-. Como consecuencia de ello, paso los dos días siguientes en cama. No importa, sólo tengo 15 y aun creo que algún día escribiré la secuela de Parque Jurásico.
Si, recuerdo, recuerdo... quizás sea de las únicas cosas que no necesitan adiestramiento. Pero la memoria pesa. Avanzo y retrocedo para descubrir que me deje las alas en aquel autobús. Corro cuando de repente descubro que hecho en falta a aquel niño que usaba polos manchados de oraldine.
Ansio conocer la verdad aun sabiendo que ello me hace cada vez más ingenuo. Cierro los ojos y espero el advenimiento de un nuevo yo que arrastre aquellas raices que forman mi memoria, que llenan mi olvido. Pero para cuando ésto ocurre, el eco de una voz desconocida, desaborida, susurra a mi oido: ¿ésto significa renunciar a Spielberg?.
Vuelta a empezar. Odio el recuerdo porque nunca puedo pedirle cuentas. Porque cierro los ojos y olvido tu rostro.

sábado, julio 15, 2006

DEMASIADO TARDE PARA OLVIDAR


Y en su mirada, el cielo juega a ser mar. Mar que acaricia mis tobillos, se desliza entre mis dedos; tatuado en algún recodo de mi memoria, fustigado por lazos invisibles que hace tiempo dejaron de abrasar.

Y en nuestra noche estrellada, Vincent Van Gogh juega a ser Woody Allen. Mis palabras descompasan la melodía que su voz dibuja sobre el viento. Trato de gritar a través de susurros, intento rebelarme contra mi rebeldía, desmontar mi vida partiendo de sus ojos. Basta con escuchar la voz de su silencio para entender que nunca podré enunciar las palabras adecuadas. Que mis oidos sólo permanecen abiertos a su mirada. Que mis retinas serpentean por parajes prohibidos.

A medida que desandamos lo andado, extraños olores de despedida hacen languidecer aquella noche tan remota, tan imposible. Me sobran centímetros, me falta tiempo, me asfixia el incipiente ocaso de nuestro recorrido...si al menos pudiese abrir la boca. Pero aun es demasiado pronto para imaginar. Demasiado tarde para olvidar.

domingo, julio 02, 2006

TRIGO Y CESPED


Limpiando mi cuarto he sido capaz de tirar todos aquellos objetos color trigo que destiñen el cesped que recubre mis paredes. Dicha tarea es complicada pues el trigo tiende a reproducirse, a extenderse y especialmente, es proclibe a no caducar nunca. Es, sin embargo, tan necesario que su falta se convierte en un lastre casi insalvable. Ello hace de él un elemento peligroso que tanto daño hace en exceso como en defecto. Me resulta complicado alcanzar el equilibrio- tengo tendencia a a cojear de mi pierna izquierda, pensar con mi hemisferio derecho y quererte con mi ventrículo superior izquierda-, tiendo a la inestabiliadad y mi necesidad de trigo sólo se ve compensada con el exceso de cesped- que implica riesgo de sobredosis-.
Sé, sin embargo, que si de repente me convirtiese en alguien estable, el problema sobrevendría por falta de cesped ya que la estabilidad me impulsaría a asegurar el trigo, derivando ello en una nueva inestabilidad "positiva" que convertiría el ciclo de alternancia de mis prioridades en algo parecido a la línea 6.
Así pues, estable en mi inestabilidad, deshecho el trigo. Con sudores frios que algún desconocido podría confundir con lágrimas, dibujo en el aire con mis propios dedos el estigma del fracasado.Una vez mas soy incapaz de equilibrar trigo y cesped. Empiezo a pensar ¿sera realmente ésto lo mio?.

EL SOFA


Observa el tímido recuerdo que se aloja en el sofa de terciopelo que compró hace ya 32 años. Con el tiempo ha adquirido una forma que le singulariza con respecto al resto de recuerdos que tatuan su hogar. La tela está rasgada, arañada, desilachada. En su afan por guardar luto a la memoria se afea más y más sin que él pueda ni quiera hacer algo para solucionarlo. El respaldo de la derecha es el lugar donde confluyen todas las desaveniencias que han remarcado la singurlar personalidad del sofá. Tal es su deterioro que amenaza con desdibujar más surcos sobre su tela con tan sólo mirarle.
Pero bajo el influjo de la pesadumbrez él lo observa, de arriba abajo, buscando en sus hilos el rostro de una mujer, de un niño, buscando una vida que traza sobre la negra superficie que recubre su recuerdo. El sofá, no dispueso a convivir con unos ojos escrutadores, permite al polvo errumbrar sus entresijos. Cuanto mayor es su deterioro, más viveza cobra la memoria tatuada en su respaldo. Pero aquello no despierta nostalgia alguna en él. Sus retinas ya no entienden de objetos, no entienden de vida; se limitan a traducir los sonidos, los olores, los gestos, al idioma de la melancolía. El sofá entona un requiem mientras se desvanece al son de del recuerdo.

jueves, junio 29, 2006

ESTO NO ES UNA METÁFORA DE LA VIDA (lo juro)


Subo escalones, quizás demasiados de una sóla zancada. Pero eso a penas importa, necesito llegar al final. Mis piernas gimen con la violencia de un trueno; mis ojos aprenden a pasearse de izquierda a derecha sin ser acariciados por las minusculas partículas de vida que integra el viento. Los escalones son cada vez más altos y mis piernas a duras penas pueden abarcarlos. Me rodean palabras, grandiosas palabras, que suelo calificar de ingenuas, entrometidas, que suelo repudiar en base a criterios tan personales como incomprensibles.
Sospecho que una vez alcanzado el torreón no hayaré allí respuesta alguna, sospecho que una vista panorámica excluye el contacto directo con la realidad. Pero ahí me dirigo, ebrio de ambición y sediento de fracaso. Si tan sólo algo se interpusiese... Una zancadilla eyaculada por algún rencoroso, o un derrumbamiento ejecutado por un ser superior en el que afortunadamente nunca podré dejar de creer- o de enmendar, al final todo es lo mismo-. Una inyección de nihilismo junto a un frasco en el que aparezca escrito en letras gigantes ANTÍDOTO-¿que importa que lo sea o no? lo importante es que lo parezca-.
Quiero que alguien tense la cuerda que me une al vacio- allí donde empecé-, quiero que de nuevo la mierda huela a mierda y no a arte. Quiero resbalar para desandar lo andado, quiero andar lo desandado. Si al menos quisiera intentarlo...

(Imagen: Marcel Duchamp "Desnudo bajando la escalera")

lunes, junio 26, 2006

EL COLOR DE TU MEMORIA


Caminando de lado a lado sin encontrar rastro alguno de Lara. Todo una incógnita. Examino en cada una de mis camisas, vacio hasta el último cajon de mi dormitorio, vuelco armarios y quemo colchones... nada.
Su olor permanece incrustado en las paredes, sus ojos admiran mi falta de pudor a la hora de maldecir su nombre. Pero no encuentro su cuerpo. Quizás esté escondido tras algún rincon oscuro que mi único ojo no alcanza a ver. Me resulta imposible no guiarme por las pistas falsas que va dejando en los rincones. ¿Por que precisamente es ahora cuando te necesito? ¿Acaso no es aquello que no tengo lo único que da sentido a mi vida?
Oigo su respiración entrecortada mientras duermo. Soy capaz incluso de apreciar su aliento acaricieando mi tímpano; rasgando el disfraz de cordura en que me envuelvo durante las noches de tormenta. A pocos centímetro de la almohada descansa ese trecho de su memoria que teñí de mi. Pero ahora ahora sólo quiero encontrar su cuerpo. Con el tiempo he descubierto que mi color le sienta bien.

(Imagen: Oskar Kokoscha"La novia del viento")

domingo, junio 25, 2006

EL PECULIAR NACIMIENTO DE SOFIA


En cierto hospital de Merz se combate duramente desde hace varios años la contaminación acústica. Siguiendo las teorías de un tal Chinasky, el director del hospital afirma que el sonido que emite la vocina de los coches es un elemento nocivo para la evolución de los pacientes. Según una ley promulgada un 13 de frebrero se restrinjía a los conductores el uso del claxon salvo en caso de necesidad inequívoca.
Se especificaron los casos que entraban en la categoría de "necesidad inequívoca" a través de un reglamento. Claro que dicha clasificación se fundamentaba en criterios más abstractos que concretos convirtiendose en un imposible práctico. Pero el aparato burocrático, imponiendo su versión un tanto cuadriculada de una realidad en blanco y negro y ya, sacó adelante el proyecto.
Cierta mañana apareció en su coche una mujer con un puñal clavado en el omóplato. Medio agonizante, no pudo evitar usar el claxon al cruzarse frente a ella dos jóvenes a los que casi atropeya. Una vez fuera de peligro y tras reconocer que el cuchillo clavado era fruto de un intento de suicidio frustrado, el ayuntamieno la impuso una multa al no estar registrado su caso como "necesidad inequívoca" a la hora de tocar la vocina.
Tras este suceso, que quedó recogido en varios medios de comunicación de cierto pedigrí, se añadió un nuevo reglamento en el que también se registraba el suicidio como "necesidad inequívoca". En los jornadas que siguieron a la promulgación de la norma, una media de 5 pacientes al día llegaban al hospital afirmando ser víctima (o verdugo) de un suicidio frustrado. Claro que una vez examinado cada caso resultaba ser que la mayoría de ellos "no eran más que" meras urgencias- para todos los gustos: quemaduras, cortes, rasgaduras anales,...- cuyos damnificados habían tenido preferencia a la hora de aparcar sobre el resto de conductores.
Ante este problema, un nuevo reglamento impidió a todo conductor usar su claxon en el hospital. De esta manera, ningún enfermo tendría privilegio alguno a la hora de aparcar su automovil. Justo al día siguiente ocurrió algo inédito. Por primera vez en la historia de Merz una niña nació en el garaje de un hospital. Su nombre era Sofia y pesaba 2 kilos y medio.

domingo, junio 18, 2006

ES HORA DE DECIR ADIÓS



Mueve tu figura. Deslizala despacio sobre la superficie del tablero. No tengas miedo de ver como mengua su forma. Es ese su destino. Y cada segundo es sólo una efímera prolongación de su juguetona existencia. Arrastra ahora a través de aquel panal de color miel y ébano la ingenuidad de un puber y el olor de un otoño; lágrimas de una lluvia que sufre porque nadie le ofrece un pañuelo.
Deslizala, haz que se desprenda de la niebla de melancolía que la une al vacio. Que la soledad no tiña de negro su amarga victoria. Que no cieguen sus ojos ante el último amanecer que nace en la más lejana de las losas. Aquella que la separa de la muerte.
Trata de impedir que tan cercana a su ocaso, madure en ella el fruto del recuerdo. La sangre de otros días ya no puede ahogar sus pasos. El sonido del trueno no anuncia esta vez tormenta. Demasiado tarde para mirar atras. Sujétala y susurra a su oido: es hora de decir adiós.

viernes, junio 16, 2006

DICIENDO POCO CON MENOS AUN


Poca diferencia encuentra entre describir el vuelo de un pájaro y escribir su intermitente trayectoria sobre el folio azulado que que dibuja desdibujando el horizonte. Horizontalemente, como una hoja en blanco arrugada que ilumina cada una de las sombras que recorren cierto planeta desierto, desconsolado, diferenciado.
Escribe acerca de la punta de un baobab que agita con sus ramas la sustancia invisible de la que está hecha el vacio.Vaciando el dibujo blanquecido de su sombreado horizontal desdibujado por el vuelo de un pájaro. Y ¿vuelta a empezar?
Reencuentra el folio azulado una vez se recorre el baobab y se descubre que sólo el vacio se diferencia de la intermitente sombra que dibujan sus ramas en el desierto. Arruga el horizonte con la descripción de su vuelo.

viernes, junio 09, 2006

CONCURSO DE LITERATURA OLOROSA


En Merz lo único que llama la atención de los libros es la fragancia que desprenden. No es siempre igual, y dentro de una misma obra se pueden percibir oleres distintos- si bien la obra ha de ser considerablemente larga. Marquemos como mínimo "Crimen y castigo"-.
Las páginas aletean lentamente, siempre hacia adelante- ellas tampoco tienen prisa por llegar al final-. De entre hoja y hoja emerge una fragancia que mezcla el olor añejo de la sabiduria con un toque de renovadora ingenuidad. Aparece siempre estimulado por el aire- al que tiene el placer de visitar apenas una o dos veces por día- y por unos ojos de ágiles prolongaciones pentadáctiles.
No es casualidad que el formato habitual de los libros parezca preparado para acomodar una nariz . Forma parte de una indisimulada fórmula mediante la cual el lector se compromete descifrar el código que esconde la obra a cambio de poder percibir como unas pocas palabras huelen aun mejor de como suenan.
En Merz hacen concursos anuales de literatura olorosa. Este año la obra ganadora ha sido "Memorias de ultratumba" de Chateaubriand- resolución no exenta de polémica al considerar los otros candidatos que sus mil páginas juegan mucho a su favor-. Cuando llega un extranjero- algo que por cierto no ocurre con frecuencia- suele tardar día y medio en proponer la creación de un concurso literario en el sentido estricto- o más bien clásico- de la palabra. Entonces se oye la voz de un niño: "los olores son siempre distintos, las historias siempre son las mismas".

martes, junio 06, 2006

TIC TAC


Espero malgastando un tiempo que el reloj se empeña en reclamar. Mi pierna se mueve al compás del tic tac. Dominada, sodomizada por una manecilla de ritmo implacable y frio acero. Una delgada vara se acerca a mi pescuezo. Puedo acariciar el metal con mi nuez aun a riesgo de oxidarlo. Apenas tengo tiempo para compadecer su fria soledad cuando veo que pasa de largo. Sólo entonces encuentro fuerzas para susurrar a su oido palabras de amor desesperado, escondido, engañado.
Una varilla más, una varilla menos. El silencio, con su siempre coordinada sonoridad, ha inundado la estación . Tumbado en el anden contemplo un nuevo adios rajado por una cuchilla de indiferencia, empastado con pinturas ocres, olisqueado por narices entrometidas y desdibujadas. Enseño la palma de mi mano al vacio esperando contestación. Un tic tac avisa de la llegada de un nuevo tren, lástima que entre suma y suma no me enseñasen como se hace una maleta.

lunes, mayo 29, 2006

EL ACRÓBATA


Suele mirar al suelo cuando recorre calles huérfanas de recuerdos. El rocio acaricia las plantas de sus pies, más ahora, que no tiene calzado. Dirígese a un lugar- cualquiera que padezca amnesia temporal- para observar cómo historias ajenas descodifican su no-memoria . Con la timidez del que se sabe fuera de lugar, algunas esquinas con sabor a besos incandescentes iluminan el recorrido. Sus retinas trazan lineas desdibujadas que se entrecruzan sin tiempo suficiente para sumergirse en sus diferencias, para averiguar que son únicas en este no-mundo.
Pero al fondo siempre aparece ella. Entonces descubre que los acróbatas como él no nacieron para esquivar recuerdos. Tan sólo son capaces de alejarlos en el espacio. Y una gota de lluvia susurra a su oido es hora de bajar del trapecio. Un pie, luego otro, su sonrisa y su mano derecha, la mano izquerda ya toca el suelo mientras aquella sueave piel vuelve a morir, una vez más, una noche más, un minuto más.
Pero sabe que no ha de preocuparse. Desconoce cierta calle acolchada en la que los grillos entonan, sin apenas desafinar, la opereta de los días mojados. Y sonríe mientras la imagina. Allí se dirige, siempre unido a su trapecio. Mirando al suelo y deseando sentir vértigo.

jueves, mayo 25, 2006

ARTE ARTIFICADAMENTE HARTO


Arte artificiosamente harto. Simula ofensa mientras se desternilla a escondidas a ritmo de tambor. Las notas languidecen conservando a penas duras la sombra de aquel sonido que un día soñaron poder imitar. Alguien aprecia con pesar su largo recorrido, como vigilando que mentes ha de activar y que tinteros ha de surtir. Como despidiendo su deliciosa fragancia en pentagramas inacabados, desagradecidos,artificados.
Su eco genera tímidos esbozos grabados con sonido en servilletas de papel, clinex y hasta envoltorios de preservativo- si bien el arte artificiosamente harto suele rehuir este formato por miedo a perderse bajo camas o aseos ajenos-. Surca a través de riachuelos adormilados paisajes de tinta verde que no conocen estrechez ni anchura suficiente para abarcarlos.Solo un sueño, el sueño de una sombra, la sombra de un abedul en época de alergia. Todo permanece inamobible, gozoso de inquietante quietud, pleno de una estabilidad mancillada por la armoniosa tendencia a lo inestable. Arte artificadamente harto entra por un oido- a veces por los dos- y supura por la pluma veneno de la inspiración. Y ese nunca se podrá acallar.

(cobarde declaracion con la que trato de justificar mi ausencia en cierta manifestación este domingo)

miércoles, mayo 24, 2006

UNA NOCHE CUALQUIER (por ejemplo ayer)


Anochece tarde estos días en los que el sol se recalienta por el efecto abrasador del suelo. De este modo, antes de que se apaguen las luces ya ha llegado el silencio. Las pasiones se confunden con la noche cuando ésta no ha hecho más que susurrar a la puerta.Lo hace con la ternura y delicadeza que engalanan en contadas ocasiones su frio, su gélido temperamento.
En el centro sobrevive su alma, empaquetada con cemento multiforme y hasta transparente. Ha de soportar ofensas. Al menos una cada noche. Por ello suele agazaparse allí donde nadie recaba su presencia. Donde siempre cantan grillos y lloran bebes. Donde todo queda encubierto bajo una extraña y peluda opacidad. ¿Y si la quemamos?
Negro y rojo blanquecido o ablancado. Donde había noche ahora sólo hay nada. Restos de madera, escombros y unas cuantas ideas olvidadas en cierto baul, que por supuesto, también ha ardido, el baul. La imagen es desoladoramente flambeada e incendiariamente desconsoladora. Las ideas son recuperables, ¿pero lo es también el baul?. La noche enmarronece mi rojo ablancado o blanquecino con la más absoluta impunidad. Se sabe amparada en leyes ajenas a mi circuncripción- que no llega más allá de la punta de mi nariz (a veces)-. La derrota sabe a sinrazon que de la sinrazon me lleva a una nueva mañana.¿ Me deja hacerle una encuesta por favor?. Pero sin embargo, algo huele a quemado. Quizás sea yo. Quizás sea la noche. Quizas sea nada.

sábado, mayo 20, 2006

SEAMOS SENSATOS



Seamos sensatos. Dejemos pasar el tiempo mientras una rosa olisquea como su dueño se marchita. Mientras un péndulo arranca a través de su vaiven hierbajos sobre nuestra calavera. Al mismo tiempo que aquellos discos de vinilo entumecen una melodía de camisetas desteñidas.
Seamos cuerdos y apreciemos...¿el que?...algo hemos de apreciar. Apreciemos una ensalada vegetal con salsa de queroseno. Bien aliñado,el queroseno. Deja entrever por la mirilla de su soledad la esperanza que siempre recae en bocas ajenas. En suculentos labios infectados de ampulosa resignación.
Intentado ser cuerdos, la tinta que mi bolgrafro escupe se ha convertido en esperma. Y el folio mengua, decrece,...reconoce su muerte. Murmulla en un recodo de mi memoria, alejado de la melodia que adorna la pared con un compás magistral. El estigma de la locura es azotado y azotado hasta supurar los poros de su piel oceanos de sensatez. ¿Ves como ansiaba salir, ingenuo degenerado?.
Y la rueda gira, sigue girando. Recorre caminos ya camiados, deja su marca sobre suelos virgenenes de desviaciones preciosistas pero copados de cicatrices. Seamos sensatos...Mejor será arrastrarse por los suelos que subir por las ramas.

domingo, mayo 14, 2006

MIRAR


Mirar y sonreir. Sonreir y parecer que miras. Parecer que miras y sonries. Y no de cualquier manera. Tu que escondes el amor o el desamor en la comisura de tus ojos. Que serpenteas entre las pestañas, que penetras a través de la retina. Tu que acaricias el susurrante corazón. Y vuelta a empezar. Miras y parece que sonries. Sonries parecido a como miras.
Tu que llenas el vacio y vacías el lleno. Tímida e intrépida, osada e insegura. Tu que escondes agravios. Que los traduces al idioma de la nimiedad. Que los condimentas con las uvas de la ira. Tu que significas todo y nada, que eres inmortal por inmanente, que eres la eternidad en un grano de arena. Martir del recuerdo,musa de la memoria. Y vuelta a empezar. Sonreir y mirar. Mirar cómo parece que sonries.
No temas menguar. Tu que sólo conoces tu nacimiento una vez desapareces. Tu que renaces en la noche y huyes en el dia. Deja que se marchite la voz de tu silencio. Que la vida renazca con tu muerte. Que todo adquiera el sentido que tu, ladrona de realidades, has incautado. Que tu, diosa de la esperanza, me has arrebatado.

domingo, abril 23, 2006

GRANDIOSOS SONIDOS BAJO REJAS


Como buen juez de de sonidos-desesperadamente melómano e imperfeccionista y cuidadoso por igual-, procura escuchar atentamente y analizar a posteriori cual de los solicitantes posee las credenciales apropiadas para ocupar el pequeño espacio virgen de fluído azul olor inspiración. No puede presumir de ser el más ecuánime de los juces pero sin duda sí uno de los más lúcidos. (des)Adornan la estantería varias semi-esculturas con placas doradas harto antiestetéticas para corroborarlo, o más bien, certificarlo.
La selección-eliminando las connotaciones darwinianas del término-, es un proceso natural en su tarea. Muchas veces resulta complicado desprenderse de la incomprensible nostalgia que despiertan los sonidos que fueron concebidos para susurrar más allá del concepto que los recubre. La desoladora imagen de estos virtuosos de la sonoridad encerrados a su libre albedrío en estrechas jaulas adornadas con margaritas es perturbadora. Por eso, cuando muy de vez en cuando, uno de ellos sacrifica inmortalidad por inmanencia, suele ejecutar una melodía tan soberbia que acaricia aire y alma al unísono.
La encomiable labor de nuestro ilustre e ilustrado recopilador de sonidos se ve empañada por los continuos desaires de aquellos dueños de la memoria selectiva, inalcanzables dosificadores de inspiración. Las placas certificadoras hacen menos llevadera aquella interminable batalla contra estos sonidos grandiosos que involuntariamente y en secreto sueñan con salir un día de su oxidada jaula de ampulosidad.

(pongo la foto de un precioso poema-ojala pudiese ser mio, pero no lo es- aun a riesgo de que ensombrezca de pleno mi texto)

jueves, abril 20, 2006

MANOS

Manos que derraman lágrimas mojadas por el falso eco de una sonrisa. Se deslizan sigilosamente a la búsqueda de oscuros rincon es donde respirar. Pese a ser sabedoras de su irreductible levedad, s iguen adelante, vagan y vagan sin remedio ni absolución. Como seres errantes anclados en la violenta movilidad de un paisaje van goghiano.
Si un día encuentran una mirada complaciente su implacable búsqueda queda placada, su pulso altamente entorpecido y aquel insoportable tic tac silenciado. No para siempre, ya que el cuadro con fondo azul y amarillo tan sól o puede satisfacer temporalmente la implacable necesidad que tienen de comprender su nimiedad.
Buscar, encontr
ar, no buscar, perderse, no encontrar,

divagar, perder y ganar el tiempo, la vida.
Velo
quitar mentiras verdad el. Mas...Máscara...cara. Ulises y Camus.
"Rastreo automático" y f
in de la historia.


Todo acaba en la búsqueda del principio.

lunes, abril 17, 2006

LA PRIMAVERA DEL RECUERDO



El día que se conocieron llovían rayos de luz con tanta intensidad que fue necesario usar un paraguas. Cuando tuvieron que separarse 3 meses después, las aceras aun no habían tenido tiempo de secarse. Las pisadas de él, de ella, dibujadas sobre el asfalto con la docilidad de un Renoir, se entrelazaban, jugaban a jugar, a bailar, a acarciarse. Cuantas veces añoran ahora aquellos días en los que la eternidad buscaba con vehemncia sus cuerpos escondidos bajo un tímido abrigo de susurros.
Desde hace varias vidas sus labios se juntan a través del artificioso lenguaje de la tinta. Ahora se reconocen en el interior de aquellos signos rectilíneos que tan sólo pueden llegar a acariciar con la llema de los dedos. Más allá de las inocuas palabras, buscan sus cuerpos perdidos dentro del abecedario. Se encuentran en lo más profundo de la O para gritar en el extremo de la L un penúltimo hasta luego sin lágrimas en los ojos ni nostalgia en el corazón.
La voz que antes sonaba a caramelo de fresa ácida llega ahora en forma de eco. Un eco que, aun mermado por el fantasma del olvido y la tangible distancia de la memoria, llega a su destino en un envoltorio color sencillez.
Su mundo se desmembra poco a poco bajo el sin sabor de la rutina. El olor desconocido del que siempre vienen acompañados los aires nuevos aviva en ellos el recuerdo de aquella primavera que les unió separándoles para siempre.

sábado, abril 15, 2006

CoMo(y derivados)




Como una caricia que se resiste a envejecer. Como un viento que se olvidó de susurrar. Como un perfume marchitado a las puertas del hades. Como el manual de instrucciones de un bolígrafo sin tinta. Cmo el prólogo de un libro huérfano de páginas.Com un laberinto de calles que esconde una ciudad en su corazón. Cmoo una nariz que no sabe oir colores ni ver fragancias. Moco una pisada virgen de asfaltos. Omoc un prado inundado por un sol color verde marino. Ocom una pecera llena de gorriones con branquias.cOom una anciana tejida por una tela oxidada. mCoo una melodía escrita, interpretada y olisqueada por un acordeón. Como un recuerdo de nuestra muerte. Como tu y como yo.

viernes, abril 14, 2006

HISTORIAS EMPAPELADAS (hoy empapelamos un cariñoso beso tras un reencuentro)


Exasperado, al borde de los nervios. Cree que puede no hacerlo pero duda sobre su capacidad para llevar acabo aquella ardua tarea. No siempre no le ocurre pero si con demasiada frecuencia si se tiene en cuenta que se trata de todo un experto en esas lides. A él, a quien apodan con rocambolescos calificativos que despiertan úna inmerecida admiración ajena .¿ Que ocurriría si aquellos que le veneran pudiesen contemplar la sombra de la inquietud que planea sobre él cual buitre expectante a la caza de intrepidades perdidas?
Por fin parece que reune el valor. Si, cada vez más cerca... pero no no lo hace. Aun no.Muy tarde o demasiado pronto. No es la hora, el momento o la situación para nunca no actuar. Indolente a la superficie rugosa que acaricia su piel no piensa en no hacerlo. Lo dulce respira, el azucar vibra y el olor que desprenden sus minúsculas partículas se mezcla con el ambiente enrarecido. Esgrimir una sonrisa, tan fácil... permitir que los picos de la boca desprendan bucólicos recuerdos y carcajadas olvidadas en el baul de las formalidades. No dejar que los ojos expresen incomodidad...ya va a hacerlo, a no hacerlo... impedir que los párapados permitan a su mirada jugar al escondite, usar la lengua como instrumento para impedir que sus labios jueguen a entrelazarse. Tan lejos...tan cerca.

("Reischtag empapelado". Christo y Jean Claude.1995)

miércoles, abril 12, 2006

UN OBJETO DE PORCELANA DESAMPARADO

Le dijeron que a la salida del trabajo encontraría una señal escondida dentro de un florero color redención. Aquel día, el suelo amenazaba con recalentar el cielo y un par de taxistas olvidaron sus guías en un sucio prostíbulo situado en el centro de la ciudad. Claro que ella no creía que aquello tuviera algo que ver con el objeto de porcelana curvilíneo, deforme y sucio que encontró justo donde le indicaron.
Contempló sin atisbo de deleidad y ciertamente perpleja esa señal que bien podría haber sido diseñada por las torpes e inexpertas manos de Borjita, su sobrino de 5 años. "Bueno, al fin y al cabo he visto obras de arte peores" pensó. A través de un movimiento no exento de desprecio y lleno de olvido arrojó al suelo el objeto que, previsor y sabio como un anciano una vez alcanzado el crepúsculo, cayó de canto evitando así su ruptura en 5, 10, 15 pedazos.
La decepción sólo era equiparable a aquella inquietud que gangrenaba poco a poco sus arterias. Cansada de aquel recuerdo oxidado que se negaba a aceptar su caducidad prematura, no pudo contener las lágrimas que se asomaban desde la comisura de sus ojos soñando con deslizarse por suaves y sonrojadas mejillas.
Mientras tanto, el objeto de porcelana, que finalmente sólo se había partido en dos, la miraba sin compasión. Dentro de su contorno abrasado por aquel suelo color sol, el desamparo congelaba su alma. Receloso de esas lágrimas que olían a tang con sabor amargo, aplacó su dolor desviando la mirada de aquella figura a la que nunca podría disipar en los pasadizos de su memoria. Entonces, el deforme y sucio objeto de porcelana empezó a escribir.

sábado, abril 08, 2006

ERO DITO


Ero Dito tiene, en demasiadas ocasiones, unas apetencias que se salen de lo común y establecido. Una vez le vieron en plena Gran Via haciendo el pino mientras andaba (o andando mientras hacía el pino, según se quiera ver) para poder palpar el pavimiento recién mojado tras una intensa llovizna. El amigo de un amigo mio, se acercó a él con paso dubitativo y, sin sacar las manos de los bolsillos por miedo a distraer a aquel acróbata urbano, le dirigió unas palabras que éste no llegó a escuchar.
Ero ignoró aquel intento de comunicación, tratando de abarcar más espacio entre manada y manada. Estaba tan concentrado que tampoco percibió el susurro del aire que trataba de hallar entre su brazo y su oreja un pequeño espacio por el que pasar o en el que cobijarse. De repente, observó cómo a menos de 20 metros una joven le miraba a través de unos ojos que no expresaban extrañeza ni pesar. Unos ojos vírgenes de recuerdos pero necesitados de olvido. La boca de la chica permanecía entreabierta, absoriviendo el momento y esperando una oportunidad para dejar escapar unas palabras de bienvenida.
Ero Dito se acercó a ella sin darse tiempo para recubrir aquella acción de dudas que resultarían ominosas y perjudiciales. Cuando sus pies estaban a una manada de la cabeza de la joven, los labios no pudieron retener ninguna de las palabras que sus retinas habían dibujado sobre el asfalto. Ella observaba con aquellos ojos deseosos de ser escuchados, él hablaba a través de unos oidos enamorados del suave susurro de su mirada.
Pensó entonces Ero, que apoyando los pies sobre la acera y las manos sobre aquellos hombros desnudos, la joven podría leer más claramente las ardientes declaraciones de amor que emergían sin derbordarse de sus labios. Lo hizo con un movimiento agil y decidido. Los ojos neutramente expresivos de la chica mostraron por primera vez un atisbo de disconformidad. Cuando las miradas de ambos se encontraron a la misma altura, Ero advirtió con pesar y desconcierto como ella daba un paso atrás. Deslizó su pie derecho hacia donde la joven se encontraba. Miró por última vez aquellos ojos que de manera súbita se habían vaciado. Ella le dió la espalda y pronto se perdió en las calles descorazonadas de una ciudad nauseabunda. Ero Dito ya no recordaba porque estaba de pie ni como se hacía el pino.

miércoles, abril 05, 2006

RETRATO DE UN ARTISTA ¿ADOLESCENTE?


En una pequeña casa- que siempre estubo lejos de ser un hogar-, creció con las fuerzas mermadas debido al hambre atroz que siempre reinó con mano firme y castigadora en su ciudad natal. Iba a un pequeño colegio en el que le enseñaban a leer, escribir, sumar y restar. Con la cabeza fija en el escritorio y la mente vagando por paisajes dignos de Gauguin, logró convertir la tragedia de ser un muerto en vida, en una rutina diaria que hacía que los meses y los años pasasen a su lado a una velocidad casi imperceptible para su joven memoria. Cada vez más estoico al paso del tiempo, sus ojos enmohecieron antes incluso de poder admirar el paraiso en la otra esquina.
La amenaza de las cruces y el fuego grabó en lo más profundo de su ser el estigma de la religión. Más adelante lo combatiría una y otra vez sin lograr nunca desprenserse de él. Gracias precisamente a este incansable afan de lucha contra si mismo y contra sus convicciones inconscientes más profundas, obtuvo las fuerzas necesarias para huir en plena adolescencia de aquella carcel que tanto le mermaba en su afan de reclamar un lugar en aquel mundo desconocido que sin embargo admiraba y creía incombustible e incomensurable.
Tras varios años recopilando experiencias en busca de aquel tiempo perdido-que más adelante significaría un quebradero de cabeza- sacó a la luz su primera obra. En ella, abandonó la lucha interna en pos de extirpar quirujicamente aquel cristianismo intrínseco a su persona para escupirlo sobre varias cuartillas de papel.
Sus obsesiones empezaron a entrecruzarse hasta chocar frontalemente.El viaje homerico que realizó hasta la perfección absoluta le convirtió en un personaje repudiado y temido. Admirado y mancillado. Através de sus gafas de cristal redondo contemplaba la sociedad desde lo alto de un precipicio. A medio camino entre la divinidad y el suicidio.
Encerrado en una profunda nostalgia y preso en el mito del paraiso terrenal, el tiempo se le acababa. El último tren había partido ya. Murió a miles de kilómetros de su Dublín natal. "Largo es el arte y corto el tiempo" decía Baudelaire. James Joyce perdió su batalla contra el tiempo pero eso no le impidió ganar la inmortalidad.

(Leopold Bloom, protagonista de "Ulises" dibujado por Joyce)

martes, abril 04, 2006

NOCHE ESTRELLADA


Mi cuerpo no se movía, o eso me pareció. ¿Por qué pues mis piernas me arrastraban?. Pero, ¿a dónde?. Mire al cielo, donde las estrellas peleaban entre sí. Mitigan el dolor que les infringe su soledad frotando sus formas hasta desmembrarse. Aquel cuadro de Van Gogh se cernía sobre el suelo color pardo donde mis pies estaban apoyados. Pero renunciando a esa austeridad que imprime en cada uno de sus sutiles movimientos, caía como despojado de su hogar, a la velocidad de un fugitivo huyendo de sus captores . El cielo errante reclamaba un sitio en la oscuridad de la noche. Le pertenecía más que a cualquier otro inquilino. Mas que a mi…o que a ti. Porque entonces tu ya estabas ahí.
Tu, fueras quien fueras, no podías evitar mirarme con ojos de atrevimiento y de compasión. Querías que sintiese tu presencia, que pudiese acariciarte sin mover los dedos, besarte sin sentir tus labios, quererte sin conocer nuestros nombres. La oscuridad que cobija tu inocencia asfixia, ahoga mi alma. Sin ojos no puedo tocar tus manos.Si te niegas a hacer ruido, ¿Puedo acaso sentir como te escabulles dentro de esta noche... de esta noche estrellada?

jueves, marzo 30, 2006

EN BUSCA DE LAS SENSACIONES PERDIDAS


Con las sandalias sus pies pasan menos calor en verano. Anda por la calzada y siente la proximidad del asfalto. Sus ojos se preguntan porque el suelo es de un color gris ocre pudiendo ser verde o amarillo. ¿Para que pintar un Juan Gris si tenemos la posibilidad de esbozar un Matisse?. Lleva puestos unos auriculares aunque su viejo walkman siempre esta apagado. Le gusta amortiguar el bello sonido de una ciudad que respira durante la noche y ronca durante el día.
Sus pasos son lentos puesto que suele dirigirse a lugares donde nadie le espera. Le gusta ser puntual consigo mismo. Cuando no lo consigue, se obliga a concertar una cita con alguien a tal hora en tal sitio a modo de autocastigo.
Su principal hobby es saberlo todo. O mejor dicho, casi todo. Lee una media de 85 páginas diarias sin contar los 3 periódicos que estudia compulsivamente a primera hora de la mañana, cuando la luz que entra por la ventana comienza a ningunear los vulnerables rayos que emite su incandescente esfera de cristal. Pero aun así hay varias cosas acerca de las cuales conoce nada. No sabe distinguir los árboles que son caducos de aquellos que son perennes. Tampoco entiende porque el gris debe resultar de mezclar el blanco y el negro en iguales cantidades y no basta con sobreusar tan sólo uno de ellos. No comprende como sólo se puede saber que no se sabe nada con lo que cuesta saber que se sabe al saber nada. Claro que si aun no ha encontrado una respuesta convincente a dichos enigmas es precisamente porque lo último que desea hacer es encontrarla. Gracias a ese pequeño atisbo de ignorancia intencionada, se permite, en muy contadas ocasiones, sorprenderse con aquello que no ha estudiado, clasificado o recopilado. Son instantes de improvisación emocional que acuden en torrente a la llamada desesperada de las sensaciones perdidas.

miércoles, marzo 29, 2006

FLECHAS DIBUJADAS CON PERFUME


A la sombra del edifico más feo de Madrid podrás encontrar a Carlos. En sus sueños recorre el rostro perdido de una mujer. Toca su fragancia, ahora escondida en la gran ciudad.
Trata de no despertarle ya que sólo logra dormir con analgésicos cosecha de anteayer y no suelen salirle por menos de 5 euros. No recorras junto a él los sucios pasadizos de la compasión. Auspiciale en tu cobijo pero no olvides recordarle que en 20 minutos espera el dios Baco con una maleta repleta de suaves navajas con las que acariciar su alma.
Carlos recibe la visita de un águila todas las noches que descorazondamente le arrebata el hígado, y es que siempre le encantó desafiar a Zeus, pese a los consejos o advertencias que recibía a diario. Pasó de hedonista a estoico en el tiempo que dura una llamada de teléfono. Y no se trata de rellenar horas evocando las sensaciones que sugiere una llamada teléfonica. Carlos no comía magdalenas y no sabía quien coño era Proust. Hablamos de 2 minutos.
Tartamudeos, manos sudorosas, telefono mojado y finalmente el incómodo y distante pi pi pi,pi pi pi. Todo había acabado..o quizás todo estaba por empezar.
Aunque como decía Primo Levi, ningún sentimiento de dolor es imperecedero puesto que la esperanza de que cese acaba convirtiendo dicho dolor en una asequible monotonía, Carlos no entiende como alguien pudo sobrevibir al Titanic, a Auschwitz, a la peste.
Ahora diambula sobre el asfalto y sigue las flechas dibujadas en el suelo para dejarse sorprender cuando cada día llega a un sitio diferente. Quizás algún día, encuentre aquel maldito perfume. Cuando lo haga, no olvides advertirle que ya es demasiado tarde como para pedirle cuentas.

viernes, marzo 24, 2006

PALABRAS ERRANTES


Tengo miedo a escribir. Sufro al acariciar las teclas de mi ordenador y al sujetar un bolígrafo entre mis dedos. Es un terror irracional a encontrame de repente a la defensiva ante palabras que han viajado durante años para encontrarme aquí, sentado sobre una silla y frente a la pantalla. Me observan desde arriba y derraman una lágrima que delata la decepción que he supuesto para ellas. No soy la pluma que merece plasmarlas en el papel. No soy capaz de representarlas con el color que han adquirido en su viaje, con la viveza que el tiempo y la experiecia han grabado sobre ellas. Tan sólo serpenteo entre sus cuerpos achatados o rectilíneos sin dejarme tocar por su rugosa piel.
Odio verlas partir. No se detienen a mirar hacia atrás. Ya no les queda ningún gesto de compasión o nostalgia. De nada les sirve llegar a una Ítaca cuyos cimientos no son lo suficientemente fuertes como para mantenerlas. Vuelven a ninguna parte como figuras errantes a las que les fue arrebatado su hogar.

jueves, marzo 23, 2006

RESISTENCIA LETRADA


No tenia talento. A veces le costaba asumir aquella irremediable pérdida que sin embargo nunca había poseido. Las palabras ya no dibujaban melodías. Ni siquiera fue capaz de componer un último grito que certificase su defunción.La muerte que tuvo fue lenta y silenciosa. Surcada por las desafinantes notas de un olvido que primero fue ajeno y más tarde, propio.
Nadie notó que de sus ojos ya no se desprendían palabras. Que sus manos no escondían el deseo de ser oidas. Si frustrante es para un creador olvidar su arte peor resulta contemplar como aquel arte se olvidó de su creador.
Quizás algún día aprendiese a componer a través de los oídos. Pero de momento tan sólo era capaz de entender aquello que su mano trazó un día sobre el papel y que el tiempo se encargó de ensuciar. Era su guarida, el último resquicio de la resistencia letrada. Era la última ley que le concedía el derecho a existir.

domingo, marzo 12, 2006

TUNEZ6. La sonrisa del autóctono.



Parecía una postal. O aun mejor, un escenario idílico dibujado por algún hábil árabe para que 30 guiris se concetrasen en aquellas puertas del cielo con su reflex digital. Nosotros no fuimos menos, o mejor dicho, no fuimos más.

Varios autóctonos pasaban frente a nosotros y sonreían. Puede que fuera el orgullo que suele aflotar en las personas cuando un extranjero en sus tierras manifiesta de manera explícita o implicita la hermosura de cierto paisaje, monumento o catedral. Aunque quizás lo que les movía a sonreír estubiera relacionado con la sensación de superioridad que siempre tiene un autóctono sobre cualquier turista accidental que llega a su país como podría llegar a Georgia sin notar apenas la diferencia.

Es complicado identificar cual de estos sentimientos movía a aquellos tunecinos a sonreir-aunque no necesariamente tenían por que ser precisamente alguno de estos dos-. En cualquiera de los casos, la sonrisa esgrimida es ciertamente parecida: se asemeja al gajo de una naranja con uno de los extremos amputados, por lo general el derecho. Son sonrisas interiorizadas pero que sólo cobran importancia de cara al exterior. Son además, terriblemente ofensivas ya que no son fruto de algo gracioso pero tienden a resultar incómodas a quienes las reciben.

Tras las fotos de rigor, dimos la espalda a aquellas puertas del cielo. Un pequeño gato permaneció estático contemplando como nos ibamos (perdon, nos marchábamos). Miraba como sin saber que decir, que hacer...y es que el pobre aun no le habían enseñado a sonreir.

miércoles, marzo 08, 2006

POMPEYO


Pompeyo entra en el metro. Apenas puede mantenerse erguido. Camina sobre sus talones por miedo a caerse de bruces. Por miedo a no poder reaccionar si ésto ocurre.
La gente le mira y él sabe porqué. Desde hace bastante tiempo posee el don o la maldición de no pasar desapercibido. A Pompeyo le gusta definirse a si mismo como un trasgresor, como un pintoresco.Cuando un joven o una anciana ponen sus ojos en él, no puede refrenar el impulso de saludar de manera efusiva a su observador. Se pone de rodillas, intenta rodearle con sus brazos, gesticula de la manera más exagerada que se pueda imaginar. Pero sus excentricidades no son siempre bien recibidas. Cuando algún niño sale corriendo al ver como Pompeyo- metro 80, 95 kilos- se avalanza sobre él, nuestro protagonista, con gesto taciturno, mira al suelo y recuerda con cierta nostalgia aquella vida anterior en la que su presencia pasaba desapercibida.
LLega el tren. Entra y se acomoda en el asiento del centro. Un grupo de señoras, de jóvenes o de niños (¿acaso importa?) se sientan junto a él. Pompeyo les mira y siente que tiene ganas de sonreír. De salirse del cliché en el que está encasillado por el hecho de no tener hogar, de oler mal, de ser un vagabundo. Siente que tiene ganas de hablar. Aun le quedan cosas que decir. Prepara una frase con la que despertar en sus acompañantes cierta curiosidad y una disponibilidad gustosa a entablar conversación. Déjeme decir que estoy de acuerdo con eso o quizás, ¿que opinan de las obras?, es horrible. Pero Pompeyo no encuentra las palabras. Pasan las estaciones y el verbo que busca sigue agazapado en algún rincón olvidado de su memoria. Aquel grupo de personas parece elevarse a cotas demasiado altas, inalcanzables. Les mira y siente ganas de huir. Siguiente estación rios rosas. Si al menos pudiese decir adios. Si al menos fuese capaz de lograr que alguien supiera cual es el tono de su voz, cuales son los gestos que usa al hablar...Pompeyo sale del metro mientras aun sigue buscando las palabras.

SoLO


Miro por la ventana. Efectivamente no hay nadie en la calle. Y no es algo que pueda extrañar puesto que es una lluviosa tarde de noviembre (ploc, ploc, ploc). Corro la cortina hasta verme inmerso en una absoluta oscuridad. Por fin solo. (shhh)
Solo, solo, solo solo, solo... para pronunciar sOlO, sólo hay que separar el labiO superiOr del inferiOr. Hacer que la bOca adOpte la fOrma de una circunferenia achatada por los pOlOs. Y en el centrO, estas tu. Eres el diámetrO, el radiO y la superficie. En solo, hay espacio suficiente cOmO para acOmodarse y también, si lO deseas, para dar un paseO sObre ti mismo(toc, toc, toc)-ejercicio no recomendado por los especialistas en egocentrismo patologico-.
Una fuerte brisa de luz me gOlpea, me noquea. La puerta se ha abierto. La iluminación ha desnudado sin piedad las paredes, el suelo. Sólo un pequeño recodo permanece sumido en la oscuridad.Los labios se juntan, el circulo se cierra. Y en la calle ya no se oye apenas caer gotas sobre la calzada.Los gatos salen de sus escondites, los zapatos vuelven a caminar sobre las aceras.
Schh,ploc,shhh, toc, toc,toc, ploc, toc, toc...

domingo, marzo 05, 2006

TUNEZ 5. La no visita al desierto.


No quiero que me lo cuentes. Aun no. No es momento de desatar la venda. Si, si, se que es posible que no pueda verlo, pero aun así no quiero que me lo cuentes.Se que lo estás deseando, que pagarías por hacerlo, pero no permitiré que tus palabras emborronen mis recuerdos. En mi memoria están tatuadas todas aquellas letras que un niño escribió sobre la arena. En mis zapatillas aun quedan minusculos granos de miel en polvo. Mi cuerpo descendía en posición fetal desde lo alto de un montículo en cuya cima los rayos del sol hacían su aparición tímidamente, de modo parecido a como la luna se esconde en el cielo durante el día o a como unas pequeñas hojas se camuflan con el tallo bajo los pétalos de una rosa.
Admiraba la manta color cielo que se extendía hasta donde mis ojos llegaban a ver. También a su hermana gemela, cuya terrenalidad había hecho que adquiriese un tono amarillento. Quieren converger, quieren tocarse... Al no lograrlo, se amparan en su aparente infinitud. Como dos vidas que transcurren por caminos paralelos sin llegar nunca a rozar sus manos.

sábado, marzo 04, 2006

TUNEZ 4. Regateando el cielo



Y de allí se va al cielo. Oigo decir a un autóctono- alto con cara de pocos amigos, ojeras, sandalias verdes- que en men0s de diez pasos ya puedes tocarlo. Una pareja de enamorados acaba de comprar el billete. ¿El precio? Para ti, que eres español, 50 dinares. Si si, tu catalán, a los americanos les cobro el doble.
Tengo la tentación irresistible de oler los residuos de cielo que llegan a donde me encuentro- acera de adobe no demasiado antigua pintada de blanco y llena de cáscaras de pipa-. Una fragancia de color cachimba se extiende por mi cuerpo. Monopoliza mis sentidos. Doy un paso, doy dos,...30 dinares, es mi última oferta.
Pero es imposible no quedar seducido por aquellos ojos de Grace Kelly. Por aquel girasol emergente que nace 365 días al año. El deseo y la necesidad se confunden. Piel de camello amigo. Doy un tercer paso. Doy un cuarto. Miro una y otra vez hacia el lugar de donde proviene aquel olor que sabe a inmortalidad. Y de allí se va al cielo.

jueves, marzo 02, 2006

CUANDO TU ME FALTABAS(breve paréntesis dentro de la serie sobre Tunez)


Por que sé que quizás esta carta jamás te llegaría, porque sospeché que nunca sabrías de ella más que por aquellos pequeños extractos que pudiesen serme útiles. Porque intuyo que puedas negarte a tocar mis letras emborronadas por una angustia indescriptible.
Te necesito. Era tu ausencia la que notaba aquella mañana en que apenas pude oler las palabras que siempre me encantó acariciar. Cuando tu no estabas, cuando tu me faltabas.
Las golosinas sólo me dejaban oir tus manos. Sólo me dejaban sentir el verde de tus pómulos tapando un cielo color tierra. Tápalo ahora, tápalo siempre. Prohíbeme dejar caer los párpados ante un nuevo amanecer. No me busques mañana, quizás aun sea pronto. Cubreme los ojos con una cinta bien apretada. No olvides dejarme ver a través de ella. Impideme pensar en cuando tu no estabas, cuando tu me faltabas.
Si mis palabras no acarician tus oídos, míralas de cerca. Tócalas. Guíalas por calles estrechas. Llévalas junto a ti. Un día aprenderán a quererte. Si mis manos te esquivan, trata de comprenderlas. Nunca antes oyeron tu mirada, nunca antes sintieron tus susurros. Desde un altar erosionado y a punto de derruirse,desde el borde de un barranco, tan lejos, tan cerca, te necesito. Siempre te he hechado de menos, cuando tu no estabas, cuando tu me faltabas...

martes, febrero 28, 2006

Tunez 3. Sophie la indestinada


Las cigueñas traen los bebes desde París. Pero ya se sabe que de vez en cuando y como consecuencia del espíritu juguetón de los pequeños, es posible que más de uno logre escapar en el viaje. Los niños que podemos calificar como "indestinados", tienen por lo general unas características muy reconocibles.
Cuando vi a Sophie supe que ella fue uno de esos bebes. Se acercó a donde estábamos sin mostrar un ápice de timidez,primer comportamiento característico del indestinado. Más allá del fino trigo y de la sandía partida por la mitad, allá donde las ideas se recubren con paté de hierro, Sophie parecía conocer todos nuestros entresijos. Por ello, su inocente sonrisa la elevaba muy por encima del agua que mojaba sus cabellos y los nuestros.
Cada vez que nos la encontrabamos representaba unos gestos y unos movieminetos rebosantes de frescura pero tan habilidosos que parecían preparados con antelación. Sophie, delfín y caballo a la vez, no dejaba lugar alguno para la comparación. Para el olvido.
La última vez que la vi jugaba con varios niños no indestinados. Me pregunto si ellos serían capaces de ver en ella esa diferencia que la individualizaba. Tiendo a pensar que aquel riachuelo de agua color cielo sólo mostraba su nacimiento una vez próximo al mar.

lunes, febrero 27, 2006

TUNEZ 2. EL GALAXY



El galaxy es un nómada en el sentido más estricto de la palabra. Como las montañas de su amada Túnez, su presencia sólo es advertida a los ojos de aquellos que esperan encontrarle. Cuando hay problemas, ahí aparece. Enfundado en su traje de domingo, aseado y afeitado. Esgrime una sonrisa y negocia el precio que cuesta disponer de su tiempo.
Galaxy está enamorado de las frases cortas, quizás por miedo convertirse en personaje indeleble. Como el más astuto de los ladrones, evita dejar huella alguna allá donde actua. Posee una mirada esquiva pero no cobarde, articula gestos esclarecedores pero nunca delatores. Pertenece a esa clase de personas que parecen capaces de conocer todas las respuestas sin ni tan siquiera haberse planteado las preguntas. Sabios del comportamiento humano pero ignorantes de como éste llega a constituirse.
Acabado el viaje ya es de noche. Por un momento, la mirada de Galaxy se vuelve blanca. Le llegó la hora de volver a ninguna parte. El más rojo de los fuegos emerge del hielo. Pero la llama no quema, acaricia. Cuesta decir hasta nunca. Galaxy es un personaje al que , al igual que ocurre con las montañas de Túnez, es tan laborioso recordar como olvidar.

domingo, febrero 26, 2006

TUNEZ 1. GONCHI Y SU VISITA AL MAR


Bajo un cielo que rezunga más que un Zeus castigador, a través y contra la furia del agua, mi amigo Gonchi, se sumergió en el más bravo de los mares. Lo hizo probablemente sin mirar atrás. Dejándose llevar por el placentero masaje de la intemporalidad. Por la brisa que recorre la tierra sin detenerse para saber su localización exacta.
Mojar un pie en el agua. Sentir como la arena ocupa el espacio vacio entre dedo y dedo. Una ola juguetona salpica hasta el tobillo. Es el mar, el más acogedor de los hospederos, que siempre invita a entrar a todos aquellos que pasan frente a su puerta. De todos nosotros, tan sólo Gonchi aceptó la invitación.
Mi incredulidad no fue mayor que la del resto de compañeros cuando apareció en la recepción con el bañador húmedo y una toalla enroscada en torno a su cintura. El mar le dejó un catarro como prueba incontestable de su visita. También un recuerdo sensitivo con el que deberán compararse todos los que le sigan.

jueves, febrero 16, 2006

CAMBIOS DE AIRES ¿?¿?¿?


Cambio de aires. ¿por qué la gente suele decir que vienen bien de vez en cuando? Una almohada nueva, un cielo más estrellado, un amanecer más tardío... ¿es a eso lo que se llama "cambiar de aires"?.
A menudo suelen ser viajes de placer que no nos gusta hacer solos. El destino es por lo general un lugar que inspira tranquilidad: una playa de arena blanca, una montaña cuanto más alta mejor, una ciudad donde la gente circula en bicicleta y donde se oye a los grillos antes de que salga el sol...
Me resulta complicado encontrar mayor novedad en un paisaje tomado de la más hermosa de las fotografías que figura en el libro de cabecera de "el turista accidental" que en una estrecha calle nueva con un olor y una textura nunca antes vista y oida. Pocas veces me he sentido tan fuera-de-mi-lugar (eso es lo que se busca¿no?) como el día que descubrí que el cielo de Madrid también puede ser rojo.
Quizás me faltan la mentalidad y las ganas necesarias para hacer un viaje de "cambio de aires". Quizás siempre me hayan faltado. De momento he de seguir buscando su significado en las mismas enciclopedias de siempre.