martes, mayo 12, 2009

Roberto Bolaño no está muerto

Corre la voz de que Roberto Bolaño no está muerto y que reside, ahora, en alguna cueva a profunda de las montañas de Andorra, encerrando en el cuerpo de una descomunal serpiente ciega. Dicen que envejece quieta, y que apenas se mueve, que cuando lo hace es únicamente para sentir en qué puntos exactos de su piel cuenta con rugosidades. Dicen que nunca hace ruido alguno, pero que cuando lo hace es, casi siempre, para escuchar los decibelios a los que puede elevarse su sonido gutural. También dicen que nunca se alimenta, pero que cuando come, no es por hambre, sino para averiguar cómo de grandes son sus fauces, de delicado su paladar y de afilados sus colmillos. Hay quien afirma que en realidad no es ciega, pues menudo corrige a los buhos que de noche le acompañan y le dicen “debes medir por lo menos 10 metros”. “8,96”, contesta secamente, “tal vez 8,98 pues ayer llovió bastante”. Y de nuevo queda en silencio.