martes, febrero 28, 2006

Tunez 3. Sophie la indestinada


Las cigueñas traen los bebes desde París. Pero ya se sabe que de vez en cuando y como consecuencia del espíritu juguetón de los pequeños, es posible que más de uno logre escapar en el viaje. Los niños que podemos calificar como "indestinados", tienen por lo general unas características muy reconocibles.
Cuando vi a Sophie supe que ella fue uno de esos bebes. Se acercó a donde estábamos sin mostrar un ápice de timidez,primer comportamiento característico del indestinado. Más allá del fino trigo y de la sandía partida por la mitad, allá donde las ideas se recubren con paté de hierro, Sophie parecía conocer todos nuestros entresijos. Por ello, su inocente sonrisa la elevaba muy por encima del agua que mojaba sus cabellos y los nuestros.
Cada vez que nos la encontrabamos representaba unos gestos y unos movieminetos rebosantes de frescura pero tan habilidosos que parecían preparados con antelación. Sophie, delfín y caballo a la vez, no dejaba lugar alguno para la comparación. Para el olvido.
La última vez que la vi jugaba con varios niños no indestinados. Me pregunto si ellos serían capaces de ver en ella esa diferencia que la individualizaba. Tiendo a pensar que aquel riachuelo de agua color cielo sólo mostraba su nacimiento una vez próximo al mar.

lunes, febrero 27, 2006

TUNEZ 2. EL GALAXY



El galaxy es un nómada en el sentido más estricto de la palabra. Como las montañas de su amada Túnez, su presencia sólo es advertida a los ojos de aquellos que esperan encontrarle. Cuando hay problemas, ahí aparece. Enfundado en su traje de domingo, aseado y afeitado. Esgrime una sonrisa y negocia el precio que cuesta disponer de su tiempo.
Galaxy está enamorado de las frases cortas, quizás por miedo convertirse en personaje indeleble. Como el más astuto de los ladrones, evita dejar huella alguna allá donde actua. Posee una mirada esquiva pero no cobarde, articula gestos esclarecedores pero nunca delatores. Pertenece a esa clase de personas que parecen capaces de conocer todas las respuestas sin ni tan siquiera haberse planteado las preguntas. Sabios del comportamiento humano pero ignorantes de como éste llega a constituirse.
Acabado el viaje ya es de noche. Por un momento, la mirada de Galaxy se vuelve blanca. Le llegó la hora de volver a ninguna parte. El más rojo de los fuegos emerge del hielo. Pero la llama no quema, acaricia. Cuesta decir hasta nunca. Galaxy es un personaje al que , al igual que ocurre con las montañas de Túnez, es tan laborioso recordar como olvidar.

domingo, febrero 26, 2006

TUNEZ 1. GONCHI Y SU VISITA AL MAR


Bajo un cielo que rezunga más que un Zeus castigador, a través y contra la furia del agua, mi amigo Gonchi, se sumergió en el más bravo de los mares. Lo hizo probablemente sin mirar atrás. Dejándose llevar por el placentero masaje de la intemporalidad. Por la brisa que recorre la tierra sin detenerse para saber su localización exacta.
Mojar un pie en el agua. Sentir como la arena ocupa el espacio vacio entre dedo y dedo. Una ola juguetona salpica hasta el tobillo. Es el mar, el más acogedor de los hospederos, que siempre invita a entrar a todos aquellos que pasan frente a su puerta. De todos nosotros, tan sólo Gonchi aceptó la invitación.
Mi incredulidad no fue mayor que la del resto de compañeros cuando apareció en la recepción con el bañador húmedo y una toalla enroscada en torno a su cintura. El mar le dejó un catarro como prueba incontestable de su visita. También un recuerdo sensitivo con el que deberán compararse todos los que le sigan.

jueves, febrero 16, 2006

CAMBIOS DE AIRES ¿?¿?¿?


Cambio de aires. ¿por qué la gente suele decir que vienen bien de vez en cuando? Una almohada nueva, un cielo más estrellado, un amanecer más tardío... ¿es a eso lo que se llama "cambiar de aires"?.
A menudo suelen ser viajes de placer que no nos gusta hacer solos. El destino es por lo general un lugar que inspira tranquilidad: una playa de arena blanca, una montaña cuanto más alta mejor, una ciudad donde la gente circula en bicicleta y donde se oye a los grillos antes de que salga el sol...
Me resulta complicado encontrar mayor novedad en un paisaje tomado de la más hermosa de las fotografías que figura en el libro de cabecera de "el turista accidental" que en una estrecha calle nueva con un olor y una textura nunca antes vista y oida. Pocas veces me he sentido tan fuera-de-mi-lugar (eso es lo que se busca¿no?) como el día que descubrí que el cielo de Madrid también puede ser rojo.
Quizás me faltan la mentalidad y las ganas necesarias para hacer un viaje de "cambio de aires". Quizás siempre me hayan faltado. De momento he de seguir buscando su significado en las mismas enciclopedias de siempre.

miércoles, febrero 15, 2006

ALEGATO CONTRA LAS CÁMARAS DE VÍDEO 1


Cuando tenía 12 años me regalaron una cámara de video de 8mm. Era pesada y me resultaba complicado sujetarla con una sola mano. Pronto comencé a experimentar aquella extraña sensación que se produce al tener la podestad de inmortalizar un momento. De conservar para siempre una postura, un gesto, una frase... Con el tiempo creí descubrir que al desear una cámara, lo que ansiaba en realidad no era poseer aquella máquina sin peculiaridad alguna, sino adquirir la capacidad de seleccionar los recuerdos.
Pronto aprendí a guardar mi memoria concentrada y conservada dentro de una tira de celuloide. Cuando la nostalgia tramposa me asaltaba, iba al cajón que tenía debajo de la televisión y extraía de él un puñado de risas de esas que la vida parecía negarme en esos momentos.
Lo cierto es que nunca me proporcionó el menor atisbo de alegría verme hace 5 años. Todo intento de recuerdo visto a través del televisor cubría el ayer de una capa almibarada que convertía el presente en una especie de café sólo sin azucar. El temible deseo de recordar y recordar solo se veía aplacado por la luz que luchaba por entrar a través de las rendijas de la persiana.
Con el tiempo he llegado a una conclusión: las cámaras de video son el mejor medio para flagelarse en un presente imperfecto a través de un pasado aun más imperfecto.
(CONTINUARÁ)

jueves, febrero 09, 2006

CAMINAR SOBRE MADERA DILUIDA


Pasear sobre madera diluida. Hundirse en ella sin dejar de sentir la superficie firme que se esconde debajo. La misma que da seguridad o inseguridad allá donde ésta no logra extenderse.
La rodilla quiere dar un paso más pero los pies se resisten a caminar. Plenos de quietud o desesperación se sienten reconfortados bajo una estabilidad inmutable. El tobillo permanece fijo con la satisfacción de haber encontrado al fin un lugar hecho justo a su medida. Los dedos no aunan ni las fuerzas ni el espacio suficientes para rozarse y sentirse mutuamente como siempre lo han hecho. Hasta las manos parecen tener ganas de entrar en aquellas profunidades amarillentas que todo lo atraen.
El cuerpo parece vencido ante la evidencia de que sus articulaciones inferiores encajan a la perfección con aquella no-superficie. Pero no se rinde. Y sigue, y sigue...

miércoles, febrero 01, 2006

GLOBALIZACIÓN GLOBALEMENTE GLOBALIZADA



Peligrosa globalización en la que todos deben pensar igual pero no todos tiene derecho a alimentarse día a día.
Peligrosa globalización en la que unos déspotas son desplazados y otros financiados.
Peligrosa globalización en la que unas víctimas son llamadas mártires y otras, daños colaterales.
Peligrosa globalización en la que una persona subsiste 2 meses por el mismo precio que cuesta un barril de petróleo.
Peligrosa globalización en la que unos pocos establecen la diferencia entre los conceptos de ataque y defensa.
Peligrosa globalización en la que unos países son calificados como desarrollados y otros como fallidos.
Peligrosa globalización en la que se hace política de la religión y religión de la política.
Peligrosa globalización en la que los mercados ricos se mueven hacia adelante y los pobres hacia atrás.
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