domingo, junio 18, 2006

ES HORA DE DECIR ADIÓS



Mueve tu figura. Deslizala despacio sobre la superficie del tablero. No tengas miedo de ver como mengua su forma. Es ese su destino. Y cada segundo es sólo una efímera prolongación de su juguetona existencia. Arrastra ahora a través de aquel panal de color miel y ébano la ingenuidad de un puber y el olor de un otoño; lágrimas de una lluvia que sufre porque nadie le ofrece un pañuelo.
Deslizala, haz que se desprenda de la niebla de melancolía que la une al vacio. Que la soledad no tiña de negro su amarga victoria. Que no cieguen sus ojos ante el último amanecer que nace en la más lejana de las losas. Aquella que la separa de la muerte.
Trata de impedir que tan cercana a su ocaso, madure en ella el fruto del recuerdo. La sangre de otros días ya no puede ahogar sus pasos. El sonido del trueno no anuncia esta vez tormenta. Demasiado tarde para mirar atras. Sujétala y susurra a su oido: es hora de decir adiós.

3 comentarios:

gErT dijo...

"lágrimas de una lluvia que sufre porque nadie le ofrece un pañuelo".
parece que la cosa va de lágrimas...

"like a pawn on the eternal board. Who's never quite sure what he's moved towards I walk blindly on."

Uqbar dijo...

y tb de despedidas...

Lo peor es un trueno sin tormenta, si al menos se desatase, la incertidumbre es agobiante...

Vinga homes no plorem mes, al menys fins que arribe la tardor...

Anónimo dijo...

me alegro que laaargaas horas de bibioteca sirvan para algo más productivo que apranderese tonterías de las cuales no te acordarás después de dos día. Porque los examnes psarán pronto y ya ni nos acoradremos de ellos pero tus ideas y berevs historias seguirán estando ahí..