miércoles, marzo 29, 2006

FLECHAS DIBUJADAS CON PERFUME


A la sombra del edifico más feo de Madrid podrás encontrar a Carlos. En sus sueños recorre el rostro perdido de una mujer. Toca su fragancia, ahora escondida en la gran ciudad.
Trata de no despertarle ya que sólo logra dormir con analgésicos cosecha de anteayer y no suelen salirle por menos de 5 euros. No recorras junto a él los sucios pasadizos de la compasión. Auspiciale en tu cobijo pero no olvides recordarle que en 20 minutos espera el dios Baco con una maleta repleta de suaves navajas con las que acariciar su alma.
Carlos recibe la visita de un águila todas las noches que descorazondamente le arrebata el hígado, y es que siempre le encantó desafiar a Zeus, pese a los consejos o advertencias que recibía a diario. Pasó de hedonista a estoico en el tiempo que dura una llamada de teléfono. Y no se trata de rellenar horas evocando las sensaciones que sugiere una llamada teléfonica. Carlos no comía magdalenas y no sabía quien coño era Proust. Hablamos de 2 minutos.
Tartamudeos, manos sudorosas, telefono mojado y finalmente el incómodo y distante pi pi pi,pi pi pi. Todo había acabado..o quizás todo estaba por empezar.
Aunque como decía Primo Levi, ningún sentimiento de dolor es imperecedero puesto que la esperanza de que cese acaba convirtiendo dicho dolor en una asequible monotonía, Carlos no entiende como alguien pudo sobrevibir al Titanic, a Auschwitz, a la peste.
Ahora diambula sobre el asfalto y sigue las flechas dibujadas en el suelo para dejarse sorprender cuando cada día llega a un sitio diferente. Quizás algún día, encuentre aquel maldito perfume. Cuando lo haga, no olvides advertirle que ya es demasiado tarde como para pedirle cuentas.

1 comentario:

Uqbar dijo...

Este relato puede haber estado escrito refiriendose a algo, pero hay frases que me tocan... a veces me siento parte de ese Carlos, aunque no esté escrito para mi y la idea del personaje sea muy distinto a lo que soy yo... las manos sudorosas ante una llamada, el dios baco, el higado, quien pudo sobrevivir a Auschwitz si yo no puedo hacerlo al amor de una mujer? muak